viernes, 26 de marzo de 2010

Domingo de Ramos


Ya está Sevilla llena de vallas, sillas, palcos y guiris. No se puede andar, las tiendas llenas de gente que buscan qué estrenar el domingo...para que luego digan que hay crisis, porque "el domingo de Ramos el que no estrena se le caen las manos"
Y todos estamos preparados para soportar las bullas, empujones, ropa llena de cera, poca paciencia, calles cortadas y paradas de más de una hora para que pase una procesión.
El domingo habrá que ir a por la ramita de olivo bendecida que se pone detrás de la puerta para que te venga bien el año y te proteja de eventos negativos.(yo por si acaso la pongo y no me va mal).
Este domingo es peculiar porque las calles de Sevilla se convierten en una extraña pasarela por las que se pueden contemplar nazarenos que corren, procesiones, mujeres con mantillas, hombres enchaquetados y los más dispares modelitos en los que se sumerjen las sevillanas soportando supertacones, que al llegar la tarde-noche puedes ver como algunas llevan en las manos y van descalzas.
Es un verdadero circo a lo que si no eres de aquí no es creíble si te lo cuentan. Llegada la noche ves a la gente con cara de "muy cansadas" que acuden a las entradas de aquellas iglesias que sacaron su cofradía por Sevilla y que con fe contemplan la recogida de sus pasos de vuelta a casa.
Es todo un galimatías si no llevas encima el correspondiente itinerario en mano de las 8 o 9 cofradías diarias que salen por las calles de Sevilla.
Hay que realizar un estudio exhaustivo de estos itinerarios con el fin de saber por donde puedes andar para encontrártelas o no, dependiendo del sitio al que te dirijas...
En fin si no tuviese que trabajar es la época perfecta para quitarse de enmedio y tirar para la playa, pero ni el tiempo ni las dedicaciones acompañan.
Entiendo que es otro tipo de concentración de gentes, pero esas sí me gustan a mi. ¡Una pena!

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